
Mandala nos trae una idea bastante original (al menos yo no había jugado nada parecido), de una forma simple y novedosa.
La novedad viene por el tablero de juego. Que es una especie de pañuelo grande de lino. El resto son cartas cuadradas de buena calidad.
Un juego para 2 jugadores que es mejor de lo que parece y que aporta un poco de aire fresco en este mundillo tan repetitivo en cuanto a ideas.
Tablero de lino
En Mandala vamos a coleccionar las cartas según sus colores (que son 6), hasta completar la colección.
Los 6 tipos de mandalas
Pero antes tenemos que conocer el tablero de juego. Este esta dividido en varias secciones diferentes: Los dos mandalas, la Montaña, las zonas de cada jugador, el río (uno para cada jugador) y el Chak-Pur para cada jugador. En la foto inferior se ve más claramente.
Las diferentes zonas
Preparados para jugar


La tercera acción es descartar cartas de nuestra mano. Podemos descartar 1 carta o más si son del mismo color y recuperar ese número de cartas robando del mazo.
De este modo los jugadores irán llenando de cartas sus zonas y la Montaña de cada Mandala. Hasta que uno de los dos mandalas del tablero se complete.
El Mandala izquierdo está completado

En la foto de la derecha vemos un claro error. El jugador quiere dejar 2 cartas verdes en su zona de jugador (hasta aquí todo bien), pero no se ha fijado que ese color ya se encuentra en la Montaña de ese Mandala. Por lo tanto no puede ejecutar esa acción. Si hubiese dos cartas verdes en la zona del otro jugador, tampoco se podría.
Una vez completado el Mandala, el jugador con más cartas en su zona de juego (la zona que pertenece a ese Mandala), será el primero en elegir. Deberá elegir un color de entre las cartas que hay en la Montaña (y solo ahí) y se lo llevará a su río. Si ese color no esta en su Río colocará la carta en él. Ocupando la primera posición libre de esa fila de río, de izquierda a derecha.
Colocando la carta en el Río

La partida terminará cuando algún jugador coloque la última carta en su Río. En ese momento se procederá a determinar la puntuación. Para ello cada jugador coge las cartas acumuladas en su Chak-Pur y las agrupa por colores, al lado de las cartas que tiene en su Río.
De este modo, por ejemplo: Si en la posición uno de nuestro Río tenemos una carta naranja y en nuestro Chak-Pur teníamos 1 carta de ese tipo. Multiplicaremos 1 por 1 (cantidad de cartas por el lugar en la fila de río), lo que nos da 1 punto. Si en la posición 4 tenemos una carta amarilla y en nuestro Chak-Pur tenemos 4 cartas amarillas, nos dará 16 puntos más...etc. (foto superior). Todas estas puntuaciones se suman para conseguir nuestra puntuación final.
En la foto de la derecha: Las cartas acumuladas en nuestro Chak-Pur se asocian con las coincidentes en color en nuestra fila de Río.
Debajo, el número de la fila, que será el valor por el que multiplicaremos para conseguir puntos de victoria.
Agrupando cartas

En la foto de la derecha: Las cartas acumuladas en nuestro Chak-Pur se asocian con las coincidentes en color en nuestra fila de Río.
Debajo, el número de la fila, que será el valor por el que multiplicaremos para conseguir puntos de victoria.
Se trata de un juego muy simple de reglas y de componentes. Recogiendo un poco el "pañuelo" (tablero), se descubre con facilidad que la caja contiene bastante aire.
Una única partida no os dejará descubrir el potencial del juego. Necesitaréis jugar tres o cuatro seguidas (las partidas duran unos 20 minutos), para descubrir la forma correcta de jugar. Que no se trata de recolectar todas las losetas en nuestro Río. Sino de entretenernos lo que sea posible antes de que se termine la partida, controlando lo que hace siempre el otro jugador, para ganar tiempo y acumular cartas en nuestro Chak-Pur, que son las que nos darán los puntos.
La sencillez de sus mecánicas contrasta con la profundidad del juego. Los jugadores podrán controlar el avance del otro jugador observando su Río, pero esto chocará de frente contra su propia estrategia, ya que deberán decidir en muchos momentos entregar cartas al contrincante para poder avanzar ellos o entorpecer el avance del otro jugador sin avanzar tampoco, para ganar tiempo y esperar una mano mejor.
Esto lo convierte en un juego sencillo y de apariencia muy simple, pero con profundidad a descubrir a medida que se juegan partidas. El tablero de tela le da un toque pintoresco que resulta atractivo, aunque aparentemente pueda quitarle seriedad a la propuesta.
Lo Mejor: Diseño, mecánicas, sencillez.
Lo Peor: Caja con bastante aire, por poner alguna pega.
Puntuación (del 1 al 5)
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