viernes, 7 de diciembre de 2018

RICOCHET ROBOTS, Juego de mesa

Algunos juegos desafían las modas y las ideas más vendidas para ofrecer algo diferente. Es indiscutible que esto es algo bueno y Ricochet Robots (robots que rebotan), aporta esa diferencia para todos aquellos que desean experimentar algo poco habitual, hoy en día, en los juegos de mesa.
Con mucho aire y pocos componentes, a un precio que parece caro (y lo es). Este pequeño juego (con caja demasiado grande) se mantiene en las estanterías de muchas tiendas a pesar del tiempo y del "éxito" relativo. Teniendo en cuenta la atroz competencia que tiene ha funcionado muy bien.


No es el típico juego que viene de gusto jugar siempre. Tampoco es un juego para las masas y sólo despierta interés en algunas minorías que buscan un desafío diferente. Parece dirigido a todos a los que les gusta estrujar su cerebro. Ideal para fans de los crucigramas, el ajedrez o sudokus, por poner algún ejemplo.


Su simpleza de componentes y diseño tampoco lo van ha hacer atractivo. Queda en evidencia en este aspecto si lo comparamos con todas las opciones que existen en cualquier tienda. Así que estamos ante una apuesta muy concreta, abstracta y distinta. Ha quedado claro.


Y en esa línea es único y realmente diferente. Como un golpe de aire fresco, para salir de tanta profundidad argumental y tanta sobreproducción artística (que no digo que sea mala).
A nivel de reglas es igualmente simple y austero. Unas simples normas y a hacer trabajar el coco hasta terminar agotado.


Durante una partida tendremos que colocar al azar los robots. Luego extraeremos una ficha al azar (también) que nos marcará una casilla de las que hay dibujadas en el tablero, será nuestro objetivo. Por cierto un tablero muy simple que se monta en cuatro partes. Ahora deberán todos los jugadores buscar el modo de que algún robot (con ayuda del resto si es necesario), llegue hasta esa casilla marcada con el dibujo.


Tendremos en cuenta que el robot lo podemos mover en líneas rectas, hasta que encuentra una pared u obstáculo (puede ser otro robot). En ese caso rebotará hacía el lado que corresponda (ver imagen superior). En el caso que exista la posibilidad de elegir la dirección  a la hora de girar ante un obstáculo, podremos hacerlo (foto inferior). Rebotando y rebotando tendremos que finalizar nuestro trayecto en la casilla deseada (nuestro objetivo). Todo esto lo realizaremos de forma totalmente mental. Cada jugador observara en silencio el tablero y pensará en la solución al puzzle. Cuando un jugador encuentre una solución deberá, en voz alta, avisar a los demás. Revelando al resto la cantidad (en número) de movimientos que ha necesitado para ello. Cada línea recta es un movimiento. (foto superior: 4 movimientos).




En ese momento se le da la vuelta al reloj de arena. El resto de jugadores dispondrán del tiempo que marca el reloj para mejorar ese número de movimientos. Cuanto menos movimientos sean necesarios para alcanzar el objetivo mejor. Al terminar el tiempo se cotejan los resultados y el jugador que ha conseguido el menor número de desplazamientos gana la ronda y se queda con la ficha que ha alcanzado con el robot. Al final de la partida gana el que más fichas tenga.


Mi opinión:
Duro de pelar y denso, quizás demasiado austero, pero interesante y desafiante. Sobretodo para aquellos a los que les gusta hacer algo diferente de vez en cuando.
Ricochet Robots ofrece un desafío distinto para romper la monotonía habitual y hacer trabajar la cabeza de forma profunda y sin las estrategias a las que estamos acostumbrados.
Su tablero tiene dos lados, el normal y otro más complicado. Por si el desafío básico se vuelve aburrido para ti. También existe una variante del juego mucho más pequeña, para llevar de viaje, que se llama Micro Robots. A mi me parece un juego excelente que debería tener su lugar en cualquier ludoteca.
Por contra tenemos su elevado precio para lo que contiene. Una exagerada caja con más aire que componentes. Se intenta esconder el aire con una enorme cuna que no mantiene nada en su sitio.
Ocupará como un Alquimistas en vuestra estantería. Lo ideal sería una caja del tamaño de Seven Wonders Duel o Patchwork donde cabría todo a la perfección.




RESUMEN:

LO BUENO: Difícil, estimulante y sobretodo distinto.
LO MALO: No es para todos los públicos. Caro para lo que contiene la caja, que viene con mucho aire.



(Puntuación del 1 al 5)


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