martes, 1 de mayo de 2018

AZUL, Juego de mesa

Azul es un sencillo juego de mesa de 2 a cuatro jugadores. En la línea de Sagrada o Dragon Castle. Se tratan todos de juegos abstractos, fáciles de explicar y aptos para todo tipo de edades.
En este caso buscaremos alicatar una pared con azulejos de diferentes colores y diseños.
Con ello conseguiremos puntos de victoria, el jugador que más puntos obtenga al final, habrá ganado la partida.

Inicialmente (después de 3 partidas), el juego me pareció muy simple. Las partidas terminan una vez que algún jugador consigue rellenar un linea horizontal. Y esto, si vas a por ello, se consigue con facilidad. Y desde mi punto de vista, de forma excesivamente rápida. Hasta el punto que no quieres completar ese objetivo porque quieres continuar jugando un poco más.


El secreto lo descubrí tras otras 3 partidas más. Cuando me dí cuenta que el objetivo real no es conseguir esa línea horizontal de azulejos (esto solo determina el final de la partida, pero no el ganador), sino acumular la mayor cantidad de puntos posibles antes de que ello suceda. Así que ya no jugué con la premisa de la línea horizontal y me centré en colocar las piezas sobre el tablero de la mejor forma posible, para que estas me sumaran muchos puntos después de cada ronda. Esto hizo que la partida se alargara un poco más y que ambos jugadores terminásemos con unas puntuaciones más elevadas.
También es verdad, que resulta sencillo poner fin a la partida completando la mencionada línea, si observas que tu contrincante o contrincantes van a conseguir superarte en puntos pronto, y de este modo asegurarte la victoria. En este juego, una vez se domina, se termina por controlar lo que hace el otro jugador, para impedir que gane puntos, que coja fichas concretas o provocar que tenga que coger demasiadas para que luego le penalicen. La mejor estrategia se descubre a poco que juegues, poner fichas juntas, las máximas posibles, para que sumen muchos puntos.


Cada jugador dispondrá de su tablero. Donde tendremos un marcador de puntos en la parte superior. Debajo el espacio para el alicatado (o pared) y más abajo el "suelo" o zona de penalización. Los azulejos se colocaran en unas tapetes circulares o expositores. El número de estos tapetes dependerá del número de jugadores: 5 para dos jugadores, 7 para tres y 9 para cuatro. En cada tapete se colocarán cuatro azulejos. Estos los extraeremos de la bolsa al azar.


El jugador inicial colocará su ficha de jugador inicial en el centro de los expositores y elegirá el primero. Podrá coger el número que quiera de entre las fichas de un solo expositor. Pero solo fichas que sean idénticas. Las que sobren, de ese tapete, pasarán al centro, junto a la ficha de jugador inicial.
El siguiente jugador podrá elegir ahora, entre los expositores o las fichas que se acumulan en el centro. De igual modo, solo podrá coger fichas que sean iguales. El primero que coja del centro se llevará la ficha de jugador inicial y la colocara en el "suelo" del su tablero. Estas fichas se colocan en esta zona de izquierda a derecha y nos penalizarán al final de cada ronda.
Los azulejos que cojamos de cada tapete circular (o expositor), deberemos colocarlos en una fila y sólo una y siempre comenzando a rellenar por la derecha de esa fila. Si no caben todos los que hemos cogido, los sobrantes irán a parar también a la zona de penalización o "suelo". Si no llenamos la fila escogida no ocurre nada. Podremos completar la fila en las siguientes rondas. En cada fila que rellenemos TODOS los azulejos deberán ser iguales.


Cuando todos los azulejos de los tapetes circulares y del centro de la mesa se terminan, procederemos al recuento de puntos. De cada fila completada (lado izquierdo del tapete) cogeremos la primera ficha y la colocaremos en su lugar correspondiente (de diseño idéntico) en la parte derecha del tablero (el resto serán descartadas, pero aún no se devuelven a la bolsa). Y por cada azulejo colocado sumaremos 1 punto. Si en la línea horizontal o vertical, donde se encuentra ese azulejo hay más fichas colocadas, las contabilizaremos también. A un punto por cada ficha.
Después de esto el jugador con la ficha inicial deja esta en el centro de nuevo y rellena los expositores otra vez. Comienza la nueva ronda.
Continuaremos así las sucesivas rondas hasta que alguno de los jugadores consiga rellenar una línea horizontal de azulejos. Esto marcará el final de la partida. Si durante este proceso nos quedamos sin fichas en la bolsa, cogeremos todo el descarte de fichas y las meteremos en ella para volver a utilizarlas.

Los tableros tienen dos caras. En una de ellas aparece el patrón a rellenar y en la otra no viene ningún patrón. Se rellena a gusto del jugador. Teniendo en cuenta que no pueden haber dos piezas iguales en una misma línea. Ya sea vertical u horizontal.

Con esta simple explicación ya podrán tener una idea de lo que es Azul. El juego es muy fácil de explicar y entender. Esto lo convierte en un juego ideal para todo tipo de gente y edades. Incluyendo aquellos que no tienen por costumbre jugar a juegos de mesa. Es visualmente muy atractivo y hasta resulta caprichoso. A mi sus fichas de colores me recuerdan a los Sugus.

Como puntos negativos hablaré de los tableros de jugador. Aunque son de cartón grueso, se curvan con facilidad (después de tres paridas ya se puede observar esto). Se echa en falta un troquel en los tableros. Tanto en la zona de conteo de puntos (sobretodo aquí), como también en la zona donde se ponen las fichas de azulejo (sería mejor algo como lo que trae el Sagrada). Algo que haga que encajen las fichas y que no se muevan con tanta facilidad. Las piezas de azulejo son de baquelita, muy bien acabadas. Finalmente también hay que criticar el exceso de aire de la caja. Podría ser mas estrecha. Esto es algo a criticar en la mayoría de los juegos

Mi Opinión:
En definitiva es un juego discreto, más dirigido a gente que no busque mucha profundidad y solo distraerse un rato. Recomendable para iniciarse a los juegos de mesa, pero no lo veo para jugones exigentes por su simpleza. A no ser que necesites un juego de estás características para jugar con la familia o niños de vez en cuando. Entonces si.

Pocas posibilidades de gestionar tu mano de fichas. El azar está muy presente y domina el juego. La interacción poca si no quieres fastidiar al resto de jugadores llevándote las fichas que más necesitan. Pero esto es negativo, porque los turnos que pierdes fastidiando no los tendrás para desarrollar tu juego.
Ya que todos los compran y puestos a escoger, yo prefiero Sagrada como abstracto. No se dar una razón clara, pero después de muchas partidas he comprobado que transmite mejores sensaciones. Al menos en mi caso, Azul me deja siempre frío, con esa sensación de falta de mecánica interesante. 



LO BUENO: Fácil de jugar, reglas muy simples.
LO MALO: Se pueden mejorar los tableros. Muy sencillo para los más jugones.




PUNTUACIÓN (del 1 al 5):



     

2 comentarios:

  1. No acabo de asumir porque tiene tanta fama este juego, en mi experiencia la gracia unicamente reside en el draft de fichas, en hacer la puñeta y poco mas. Luego tiene que las fichas son muy bonitas y esteticamente se vende muy bien.
    A ver que pasa con la secuela que ya se anuncio.

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    1. Me ocurre lo mismo. A parte de mucha presencia, no tiene nada interesante. Es para gente que juega poco.

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